TEMA
septiembre 16, 2022
HIDRATACIÓN EN PERSONAS MAYORES
Las personas mayores y los niños presentan mayor riesgo de
deshidratación.
La deshidratación se relaciona con infecciones, alteraciones
en las funciones cognitivas (nivel de conciencia) y en la movilidad. En casos
graves puede llevar a la muerte.
La capacidad de detectar la sed se pierde con la edad y es
por eso que no siempre se debe esperar a tener sed para beber líquidos. En
especial en personas encamadas o con limitaciones de la movilidad.
También, debido a la edad y a la atrofia de las papilas
gustativas, existe una menor apetencia a beber líquidos. El agua de
mineralización muy débil le confiere a la misma un sabor suave y agradable, eso
hará que beban más.
Las personas mayores también tienen una mayor probabilidad
de padecer estreñimiento, por la disminución de los movimientos intestinales y
el sedentarismo. Por lo que aumentar la ingesta de agua es necesario para
evitar el estreñimiento.
Un buen momento para beber agua es hacerlo coincidir en la
toma de los medicamentos.
Las siguientes recomendaciones son:
1. Ingerir líquidos en cada comida y entre las mimismas.
2. Elegir el agua preferentemente al resto de bebidas, y a
ser posible agua con un adecuado contenido en sales minerales.
3. Aumentar el consumo de frutas, verduras y ensaladas.
4. No esperar a tener sensación de sed para beber. Disponer
de agua u otro líquido a mano.
5. Mantener las bebidas a temperatura moderada, pues si
están muy frías o muy calientes se suele beber menos.
6. Niños y ancianos son colectivos que presentan mayor
riesgo de deshidratación.
7. Elegir las bebidas de acuerdo con el nivel de actividad
física, necesidades de salud y estilo de vida.
8. Aumentar la ingesta de líquidos en ambientes calurosos y
antes, durante y después del ejercicio.
9. Si está vigilando la ingesta calórica o el peso, consuma
siempre agua y bebidas bajas en calorías.
10. Diez raciones de líquidos al día es una buena referencia
para una correcta hidratación. (1 ración = 200 a 250 ml)
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